¿Por qué elegis una marca y no otra?
La importancia de una identidad de marca sólida radica en su capacidad para diferenciar a una empresa de sus competidores. En un momento en el que la oferta es más amplia que nunca, el valor diferencial de una marca reside en su razón de ser, sus valores y su propósito. Además, una identidad de marca bien definida no solo atrae a los consumidores, sino también al talento interno, ya que los empleados buscan empresas cuyos valores coincidan con los suyos propios.
Para construir una marca sólida, una buena idea es comenzar por definir la propuesta de valor, el propósito, aquello por lo cual nuestra marca es o va a ser diferente y preferida, el ¿Por qué?. A partir de ahí, se pueden desarrollar los elementos visuales y verbales que conforman la identidad de marca, como el logotipo, la paleta de colores, el tono de comunicación y los mensajes clave.
La clave está en transmitir los valores y la personalidad de la marca en cada punto de contacto con el público, desde la atención al cliente hasta la comunicación en redes sociales. Todo comunica: pensemos desde el otro lado del mostrador, como clientes, donde cada contacto que tenemos con una marca va formando nuestra percepción sobre la misma. Esos momentos son clave, los momentos de la verdad donde cada experiencia es una oportunidad de convertir. Ahí es donde el propósito debe reflejarse, siendo auténticos, además de diferentes.
El branding es lo que le da el alma, la personalidad, la manera de hacer las cosas. Es la razón por la que tú eliges un negocio u otro y todo lo que tu entorno recuerda de ti.
Otro desafío al que se enfrentan las empresas al construir su identidad de marca es la tentación de querer abarcarlo todo. Es mejor que tu marca se asocie con pocos significados, pero que sea algo que constantemente se esté comunicando y apuntalando.
En definitiva, construir una identidad de marca sólida y coherente es un proceso continuo que requiere de estrategia, creatividad y autenticidad.

Commentaires